La sede del encuentro, en esta ocasión, fue la cancha del Latin American School, la cual ofrecía una vista amplia de la ciudad y el resguardo de la montaña que también contemplaba el partido.
El uniforme amarillo resaltó sobre la lluviosa y grisácea tarde. Helio, David, Emiliano, Diego, Eduardo y Jorge (son los que conozco) junto con otros compañeros realizaron un gran esfuerzo. Jugaron con ánimo y compromiso.
No se puede omitir la entusiasta participación de las mujeres que los acompañan desde la tribuna,sin su apoyo incondicional los deportistas no existen, ellas reconocen sus estrategias y estilos, los alientan a dar lo mejor.
Felicidades a todos son un gran equipo...¡¡¡Corran, corran...sí se puede!!!